El calentamiento global es un tema que se ha escuchado tanto en las noticias y documentales. Pero, ¿Cuántos de nosotros nos detenemos para pensar qué tanto de eso depende de cada uno?, tal vez estamos ya acostumbrados a saber de inundaciones, maremotos, huracanes, que creemos que es algo natural, y así lo es, es natural que gracias a nuestras inconciencias y a nuestro espíritu de consumismo y materialismo, estemos logrando que el planeta sufra y que cambie sus ciclos y lo que hasta ahora podamos decir es nuestro hogar, tal vez mañana se convierta en nuestro infierno. Aquí en la antártica, año a año se ven como gracias al calentamiento y al agujero de la capa de ozono, es mayor el rompimiento de hielos, el derretimiento de éstos, el atraso de apareamiento de las especies, y el movimiento de otras buscando un mejor hábitat, afectando directamente a la cadena alimenticia de otra especie. Y así, son pocas tal vez las personas que intentan hacer un llamado de atención tomando en cuenta que la antártica es una gran fuente de agua, de vida y su derretimiento afectará directamente a las especies que allí viven, y desde allí a todo el planeta de distintas formas. Es imprescindible que ahora, no mañana, tomemos cartas en el asunto y regulemos aparte de las normativas internacionales de cuidado del medio ambiente, de nuestra forma de vivir, mañana lamentablemente es tarde. Por eso pienso en lo bello que es este territorio que tantas personas en forma anónima han dejado parte de sus vidas y por qué no decirlo, otras tantas que han quedado aquí junto al silencio frío y enmudecedor con el propósito de observar y soportar sus azotes, para decir como hoy digo yo “LA ANTÁRTICA… FIN DEL MUNDO”.
José Guajardo Bustamante
jguajardob@live.cl
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